Clínica estética reformada integralmente para dar cabida a nuevos servicios que completaran la oferta que originariamente ofrecía. La intervención unifica y dota de homogeneidad a todo el conjunto, que era el resultado de sucesivas intervenciones, dando lugar a espacios sin cohesión funcional ni material.

El proyecto centra su fuerza en la zona de espera, donde se recibe al cliente mostrándole la zona de tratamiento de uñas. En el mismo espacio, pero protegido de las vistas directas por un mueble, se ubica la zona de pedicura. Y a continuación se suceden las cabinas de tratamientos específicos, todas ellas con paredes de vidrio al distribuidor que se ilumina desde la cara inferior de los armarios colgados, que panelan la pared medianera y acompañan a los clientes desde la puerta de acceso.